sábado, septiembre 06, 2008

PARA APRENDER Y PARTIR DE LA CULTURA MAPUCHE EN NUESTROS TRABAJOS MISIONEROS DE VERANO


Día de Oración Por los Pueblos Originarios

Desde Tirúa, una experiencia de comunión entre chilenos y mapuchesOrganizado por la Pastoral Mapuche, bajo el lema: “La paz como fruto de la justicia”, se realizó un encuentro de oración y reflexión de las comunidades católicas de Arauco.
Había llovido durante toda la noche y al amanecer del domingo 31 de agosto, la lluvia arreció con furia, como si el cielo también llorara al contemplar la necesidad de justicia y paz que los pueblos indígenas están reclamando...Era el día de oración por los pueblos indígenas. Al amanecer, bajo esa intensa lluvia, sabíamos que algo especial nos esperaba a orillas del mar, junto al pueblo de Tirúa. Sabíamos que mucha gente no podría venir, sobre todo los de Tirúa Sur que deben caminar horas para llegar al camino y de allí buscar un medio de transporte para llegar al pueblo. Pero a pesar de todo, las delegaciones de Curanilahue y Cañete, llegaron en masa... y llegaron los kimche (sabios) que iban a dirigir el encuentro de oración: don Armando Marileo, José Huenchunao, dirigente y kimche de Lleu Lleu Bajo; don Teodoro Huenuman, lonko de la comunidad de Anillen (donde vivimos); don Francisco Pichón y su familia, dueños de casa (en su tierra se hizo la oración); don Luis Quilapi y su señora, lonko de la comunidad de Huape (cerca de Cañete); don Agustín Carinao y señora, kimche (sabio) de la comunidad de Ranquilhue y junto con ellos nuestro lonko el Padre Hernán Llancaleo y la Hermana Audina. En medio de la fuerte lluvia los kimche guiaron la plantación del rewe (altar sagrado) de canelo y luego todos hicimos oración y purrun (baile tradicional). Largamente rezamos y largamente bailamos como si estuviéramos a pleno sol, sin achicarnos por la lluvia; nos dejamos guiar por la sabiduría de los hombres de la tierra que se notaban felices y entusiasmados. Luego nos trasladamos al Centro Cristiano de la capilla Nuestra Señora de Lourdes de Tirúa donde compartimos un desayuno de media mañana calientito y abundante. Hubo muy buen ambiente. Estábamos todos empapados... pero felices. Luego vino el purrun bajo techo que duró como media hora.Después se presentaron las comunidades y compartimos en grupos la reflexión con el tríptico preparado para la ocasión que nos recordaba la necesidad de denunciar toda injusticia y discriminación; así como la necesidad de anunciar que existe otra forma de relacionarnos al modo de la buena nueva de Jesús y el küme mongen (la vida buena) mapuche; y también la necesidad de renunciar a nuestras propias actitudes que inciden en una mala convivencia. Ciertamente, lo vivido era un signo del Reino, chileno y mapuche compartiendo desde la espiritualidad mapuche el regalo de la vida y de la presencia de Dios en medio de este pueblo. Al final, los kimche nuevamente se reunieron, y tras de una larga y ceremoniosa deliberación en che dungun decidieron realizar las oraciones finales en el mismo lugar. Todos quedamos felices y agradecidos por el encuentro.

P. Carlos Bresciani sj.

No hay comentarios: